15 de marzo de 2013

Capitulo Uno...

Faltan cosas por corregir, como narración e historia, etc...


__________




Capitulo Uno

Introducción

La chica y el Lobo

Hay algo bueno en cada ser, una belleza singular,
Una maravillosidad que lo hace excepcional.
Esa irrepetible relación entre nosotros y el amor,
Semilla virgen que dio vida en el cosmos,
La creación de la creación.
Y así se origino, buscando el equilibrio se desarrollo,

Es que el universo es tan sencillo de ver
Pero  p*** que es difícil comprender.

La esencia de la vida es la simpleza
Pero la nuestra cada vez es más compleja.
La esencia de la vida es la simpleza
Pero la nuestra es tan difícil de ver.

Fluir-Carajo





L
as lágrimas de Anthony caían lentamente por su mejilla mientras estaba sentado junto a su Arcanine, frente a las tumbas de sus padres. Ya no tenía nada, solo podía llorar, no  tenía amigos no tenia familia, solo podía volver a casa para seguir llorando, se levanto dejando una flor en cada una de las tumbas y acaricio el costado de su Arcanine caminando lentamente hacia la entrada del cementerio, dio una última mirada a las tumbas por última vez ese día y cuando volvió su cabeza para seguir su camino vio una sombra entre los arboles del bosque que rodeaba el tétrico lugar, decidió acercarse, pensando que no tenía nada que perder y a lo lejos se encontraba un Pokémon caminando. Su Arcanine caminaba delante y él seguía pensando en su familia, y en los últimos días, cuando se acercaron un poco más la silueta de un Mightyena aparecía, dejando bailar su melena en la suave brisa del verano.
Siguió caminando tras los perros sin importarle nada, ni si quiera sabia porque lo seguía, él solo se dejo llevar por los pensamientos que su mente creaba con cada paso. Camino alrededor de una hora, él ya no sabía dónde se encontraba, pero siguió caminando… hasta que el Mightyena se detuvo frente a un pequeño arroyo y junto a este en una roca se encontraba una chica completamente desnuda, de piel blanca y daba la sensación de ser muy suave, una larga melena color castaño claro y unos ojos verdes. Anthony se apoyo en un árbol y se quedo viéndola… Hasta que la chica se dio cuenta de su presencia y volteo a mirarlo, él se sonrojo y luego ella también, no sabía qué hacer, se quedaron mirándose nerviosos.
El Mightyena comenzó a correr y el chico se quedo inmóvil, el perro venia hacia él y durante unos segundos parecía como si el tiempo comenzaba a detenerse y el perro dio un salto abriendo su boca con dirección a la cara de Anthony.
El animal se desvaneció antes de dar la mordida y todo se volvió confuso. El chico miro alrededor buscándola pero ella ya no estaba. Se deprimió un poco más, porque se dio cuenta de que la presencia de la chica le agradaba, ya no estaba.
En ese momento sintió unas manos tibias tocando su cintura y luego un abrazo, un abrazo fuerte y con un sensación de alivio que hacía días no tenia, volteo y vio a la chica abrazándolo, pero cuando quiso darse la vuelta para preguntarle quien era, en un parpadear ella ya no estaba, intento escuchar los posibles pasos de la chica sobre el suelo cubierto de espinas de pino pero no logro oír nada.
El silencio lo atrapo junto con la noche y comenzó a caminar de regreso, intentando seguir un camino inexistente, estaba perdido. Siguió caminando sin dejar de pensar en la chica cuando sintió un golpe en su brazo izquierdo, lo último que recordó fue un gran oso peleando con su Arcanine y un pantallazo en su mente de la sonrisa de la chica.
Anthony despertó esa mañana y vio en el balcón de su habitación a su Arcanine lamiendo sus garras, su pelaje estaba cubierto de las espinas de los pinos y extrañamente su cama también lo estaba, se levanto y vio su brazo izquierdo, estaba vendado. Bajó las escaleras todavía en ropa interior y se sentó en la mesa junto a su padre que leía el periódico desinteresado, su madre estaba preparando unas tostadas y él seguía sentado, pensando, pero sintió una fuerte puntada en su brazo y luego en su cabeza y la atmosfera se torno pesada, sus padres lo miraron y lentamente comenzaron a arder en un profundo fuego hasta quedar reducidos a cenizas, dio un fuerte grito sentado en la cama, estaba sudando y el sol ya había salido hace un par de horas, su Arcanine lo acompañaba junto a su cama, se levanto y comenzó a vestirse, su brazo dolía y seguía vendado... Bajo las escaleras y preparo un café mientras las lagrimas caían por sus mejillas, pensando en los días que estaba pasando. Se apoyo en la ventana y tomo su café, mirando el día, era otro día soleado en el que cualquier chico andaría feliz y saltando por los primeros días de las vacaciones, subió y recorrió las habitaciones pensando en esa chica pero sin recordar nada en concreto, como si todo hubiera sido solo otro sueño confuso, salió afuera y de su bolsillo saco una Pokeball, metió a Arcanine ahí y luego saco su Pidgeot y volaron hacia el cementerio.
El vuelo no fue la gran cosa, el sol brillaba, hacía calor, todo estaba tan animado afuera y su interior estaba muriéndose. Deseaba tanto que sus padres no hubieran muerto, o que tal vez murieran en otra situación, un día lluvioso de invierno, así tan solo podría sentir como el paisaje lo acompañaba en su soledad y tristeza, pero no, el paisaje se burlaba de él, se sintió pésimo, hasta algo que no tiene vida era más feliz que él.
Sus pensamientos depresivos continuaron por el resto del viaje, bajaron en la entrada y lo guardo, quería estar solo esta vez.
Sentado frente a las tumbas hablo con sus padres, preguntándose quién era la chica pero no lo entendía, se volvía confuso, el sol ya no estaba en lo alto y su estomago comenzó a chillar decidió dar la vuelta para regresar a casa y comer algo, camino lentamente pateando una piedra, cuando de repente sintió que algo lo golpeaba en la parte trasera de su cabeza y cayó al suelo inconsciente.

Sentía el viento de verano acariciar su cuerpo, sentía frio en su pecho pero continuo con los ojos cerrados,  comenzó a estirarse como si solo hubiera sido una siesta y algo le pinchaba en su espalda, sentía un peso sobre su torso y comenzó a recordar, abrió los ojos bruscamente al darse cuenta de que no estaba en su cama y vio a la chica sentada en él, luego se dio cuenta de que estaba solo con bóxers, la chica se apartó, él se levantó mientras la miraba.
-Qué bueno que hayas venido a cambiarte el vendaje-ella le sonrió y se sentó en una piedra jugando con el vendaje anterior manchado con sangre en algunas partes.
-¿Pero qué rayos te pasa?
-No deberías tratar así a la persona que cuido de ti luego de que ese oso te ataco…-ella se cruzó de brazos haciendo que sus pechos se marcaran más.
Anthony se sonrojo demasiado y aparto la mirada pero era tarde, el no pudo controlarse y algo comenzó a crecer en su entrepierna.
La chica soltó una risita y se acerca a él dándole un suave beso en su mejilla, muy cerca de sus labios. Un Skarmory aparece entre los arboles soltando un grito y la tensión del momento se apaga, ella tomó su mano y saltó sobre el lomo del pájaro sentándose y trayendo tras de sí al chico que también subió dejándose llevar por la bella chica.
Ella dijo algo al Skarmory y comenzó a volar alto, él estaba muy nervioso, jamás había estado semidesnudo con una chica, mucho menos con alguien que no conocía, alguien extraña y desnuda, volando por la cuidad en la noche. Llegaron al balcón de su cuarto, bajó y caminó lentamente de espaldas hacia su cama, observando la mirada y la sonrisa de la chica, se sentó en su cama y luego la puerta se abrió, allí entro su madre y comenzó a hablar.
-Apaga todo y acuéstate a dormir que es tarde- él la miro asustado y su madre se consumió en fuego quedándose en cenizas.
Valió a despertar, sudando y suspiró dándose cuenta de que fue una pesadilla, llevó sus manos hacia su cara pero antes se da cuenta de que sus manos están rasguñadas por el bosque, luego tocó su espalda y sintió más rasguños, se asustó y mira a los lados buscando respuesta y allí estaba la chica sentada en otra ventana con su melena cubriendo su cuerpo.
Anthony se acercó a la chica lentamente y la tomó por sus hombros mirándola a los ojos pero sin querer su cabello se corre cuando ella se pone de frente a él, mostrando sus pechos otra vez y se sonroja demasiado, corre hacia la cama tirándose boca abajo cubriendo su cabeza con la almohada y gritó:
-¡Solo es un sueño! ¡Vamos despiértate! ¡Despierta!
-No te pongas así… Sabes que esto no es un sueño…
La chica se sentó a su lado y comenzó a acariciar su espalda con cuidado abrazándolo por detras.
-No te preocupes, estoy aquí, todo estará bien- ella quito la almohada y le dio un beso en su mejilla abrazándolo fuerte.
Anthony se dejo abrazar desesperado por haber estado solo esos últimos días, por fin luego de tanto logró sentir el calor de un abrazo, una lagrima resbalo por su mejilla y siguió llorando, pero con una tranquilidad tan dulce, así paso la noche, junto a ella durmiendo juntos y abrazados.


***

Los rayos del sol matutino se escabullían por la ventana haciendo bailar a las partículas de polvo, Anthony despertó abriendo los ojos lentamente y sonriendo; sintió una tranquilidad que no había sentido antes, vio al Skarmory y a su Arcanine en el balcón y se sonrojó al recordar a la chica, sintiendo una mano suave y tibia acariciando su costado. Se dio vuelta y ahí estaba ella desnuda a su lado sonriéndole. Él le sonrió y dándole un beso en su mejilla y ella soltó una risita tímida. Se sentó en la cama y se estiro yendo hacia el armario sin dejar de sonreír, coloco su mano en el armario para abrirlo y volteo hacia atrás y ella ya no estaba…
-Rayos…-bajo la mirada triste y abrió la puerta del armario, y ahí estaba la linda chica sonriendo y dándole un beso en su mejilla, sonrío dejándose llevar y la toma de su cintura con sus manos sacándola del armario de una forma tierna y comienza a buscar entre su ropa una camisa negra y se la coloca a la chica con dulzura sonriéndole.
Sacó unos pantalones del armario y se los puso sin dificultad y un poco nervioso al ver como la chica lo observaba.
La bonita joven puso una mano sobre su hombro y se colocó enfrente cerrando la puerta del armario con una mirada nerviosa pero a la vez linda. Él la tomo otra vez de su cintura y comenzó a besarla cerrando sus ojos  sintiendo sus labios suaves y apenas húmedos, la chica le respondió el beso apoyándose los dos en el armario y siguieron besándose dulcemente. El triste chico ahora estaba feliz y nervioso a la vez, miro hacia un lado como si estuviera avergonzado de sus actos, pero ella lo abrazo acurrucándose en su pecho.
Anthony la cargo en el abrazo y la dejo en la cama, sin dejar de tener esa mirada y esa sonrisa tonta que alguien tiene cuando siente mariposas en el estomago. Le dio un pequeño beso y salió por la puerta tarareando una canción. Bajó las escaleras y fue directo a la cocina a preparar el desayuno que después de tanto tiempo no sería solo para él.
Subió alegremente tarareando otra canción y entro con una sonrisa buscándola con su mirada tonta pero ni ella ni el ave se encontraban en su habitación, dejo la bandeja bruscamente sobre el escritorio haciendo que una taza se rompiera y se tiro en la cama a llorar. La piel de su cara se irritaba al sentir todas esas lágrimas saladas y completas de tristeza, luego de varios minutos llorando, sintió como algo le abría su espalda y comenzaba a sangrar fuertemente, y sus ojos se apagaron sintiendo que le llegaba su hora, todo se volvió una completa oscuridad.

***
Abrió los ojos lentamente recobrando la conciencia, se encontraba en una habitación desconocida, pero a la vez típica a la vista. Las paredes blancas, tres camillas vacías a su alrededor y mas objetos blancos. Sin duda estaba en un hospital, miro a su costado y vio a su perro sentado junto a la cama con una mirada que mostraba tristeza al ver a su amo en ese estado pero a la vez mostraba felicidad al ver que recobraba la conciencia. Se abrazaron fuerte y lloraron juntos, intento sentarse pero sintió un fuerte dolor, al verse, logro ver un vendaje que cubría casi todo su pecho y su espalda. Se acomodó de forma que su espalda no doliera y siguió acariciando a su amigo con mirada perdida sintiendo el calor de su pelaje.
Una enfermera entro con una bandeja que tenía una especie de desayuno (té y tostadas) seguido de una Chansey de edad media. El chico sin pensarlo pregunta:
-¿Qué me paso? ¿Por qué estoy aquí?
-Tenias la espalda abierta cuando te trajeron aquí, al parecer tu sangre se mantuvo dentro de ti, algunos dijeron que era una especie de magia, deberías estar muerto ahora, los médicos dicen que solo tuviste suerte, estabas inconsciente en tu cama cuando te encontraron, según ellos escucharon unos aullidos e intentaron llamarte pero nadie contesto, intentaron abrir pero fue imposible hasta que los aullidos cesaron y las puertas se abrieron como si alguien los llamase en busca de ayuda, tus vecinos te trajeron asustados hasta aquí lo más rápido que pudieron. Y bueno has estado inconsciente estos doce días. Los médicos creyeron que fue tu Arcanine, pero al verlo llorar y lamer tu cara durante todo el tiempo que estuviste aquí les pareció que el perro fue incapaz de hacer algo así, se nota lo mucho que te quiere, estamos seguros de que él no lo hizo; él también estaba herido, pero no eran heridas que tu provocaste para defenderte, tu Arcanine te defendió de algo que al parecer fue otro de su especie, tiene marcas de garras largas y mordidas al estilo canino que tu no podrías haber hecho.
Luego de una charla “medica” la enfermera se fue y el chico reviso las heridas de su fiel compañero, parecía orgulloso de tener las heridas, había defendido a su dueño y si tuviese que morir por él no lo hubiese dudado, el chico lo abrazo muy fuerte sin importar el dolor que sentía en su cuerpo, su compañero de vida había sido herido por su culpa y siguió llorando sin saber qué hacer.
Se quedaron un rato juntos, sintiéndose el uno al otro sin separarse, Anthony se dio cuenta de que necesitaba ir al baño así que su Arcanine lo acompaño hacia la puerta, entro, hizo lo que tenía que hacer y luego comenzó a lavarse la cara y se miro en el espejo, vio sus ojos rojos de tanto llorar y bajo la cabeza metiéndola bajo el agua fregando sus ojos fuertemente, levanto su cabeza y se volvió a mirar en el espejo, y allí estaba la chica sonriéndole a su espalda, se dio vuelta y tristemente no había nadie allí. Salió del baño acompañado de su Arcanine otra vez y comenzó a vestirse, salió con su Pokémon sin que nadie lo vea y camino hacia su casa otra vez.
Caminó, caminó y caminó, hasta llegar, el dolor que sentía físicamente era totalmente nulo comparado con el dolor sentimental que sentía, el viaje no le causo dolor alguno.
Se metió en su casa pateando la puerta sin ganas y la cerro de un fuerte golpe. Corrió escaleras arriba hacia su cuarto y abrió la puerta con otro golpe, las ventanas estaban destrozadas, el piso y su cama repletos de su sangre, vio en el armario el dibujo de gotas de sangre ya secas por el tiempo y sus ojos se fueron de si teniendo un recuerdo, un recuerdo que no le pertenecía a él, le pertenecía a la hermosa joven.

Ella entraba en el armario jugueteando con la ropa del chico sorprendida y feliz, luego de un rato allí, oyó el cantar del chico a lo lejos y un golpe que la dejo encerrada, escucho un susurro al otro lado de la puerta del armario y sintió un aliento perruno que la dejo muda, no porque quiso, si no porque una fuerza animal la obligaba a hacerlo, oyó como el chico entraba en la habitación y al ver que no había nadie allí tiro lo que traía y se escucho como lloraba seguido de los pasos del lobo que solo ella podía oír, ese lobo negro, enorme de ojos negros. Momentos después se escucho como la piel humana se desgarraba bajo las garras del  terrible ser, acompañados de aullidos de placer de parte del animal y aullidos de dolor de parte del humano.

El chico estaba arrodillado en el suelo, cubriéndose la cara con una mano y sosteniéndose del marco de la puerta con su otra mano, y lloraba más; sintió la presencia de alguien, levanto su cabeza y vio a la chica sentada en las manchas de sangre, con rasguños en las piernas, rasguños que comenzaban a cicatrizarse.
Anthony se levanto y salió de ahí caminando por el pasillo diciéndose:
-No es real… sabes que no es real…
La chica corrió tras de él abrazándolo fuerte por su espalda y rogándole ayuda, él lloro y grito diciéndole:
-Aléjate, por favor vete de aquí-la chica lo abrazo muy fuerte y luego…
Fuego y pasos viniendo desde la habitación de sus padres, otra vez el lobo caminando lentamente con una sonrisa macabra, dejando ver sus garras ensangrentadas y el lobo siguió sonriendo. El Arcanine de Anthony fue hacia a é, cubriéndolo y enfrentándose a la bestia negra, cuyos tamaños eran iguales.
-¡Arcanine vete…!-era tarde, su amigo ya había saltado sobre el lobo errando una mordida hacia el cuello dejando clavar sus colmillos en sus costados.
La asustada chica lo abrazó muy fuerte temblando y llorando. Los dos lloran… él la deja ahí yendo hacia su amigo y recibe un rasguño, las lágrimas de la chica caen lentamente por sus mejillas, asustada abraza al chico y se quedan juntos en el suelo, se abrazan más fuerte y las lagrimas de ella comienzan a tocar las heridas de Anthony haciendo que se cicatricen lentamente.
El chico busca entre sus bolsillos asustados por la situación y al ver sus heridas curarse mágicamente, logra encontrar la Pokeball y deja salir a su Poliwag, dándole la orden de que apague el fuego.
Mientras tanto el lobo y su Arcanine siguen luchando, Arcanine estaba muy mal herido. Anthony logró darse cuenta de que todavía tenía la ball de su amigo en la mano, pensó algo que no había pensado y rápidamente lo metió en su Pokeball. El lobo enfureció y salto directo a la chica, dejándola boca arriba en el suelo lamiéndole su cuello lentamente, ella llora tristemente mientras el lobo sonríe. Una energía dentro del chico despertó, y se abalanzo sin dudarlo sobre el repugnante animal, dándole una embestida cuyas fuerzas no eran las de alguien normal, el lobo cayó enfurecido y se levantó con una mirada de fuego.
-No la tendrás jamás-ruge el chico poniéndose frente a la chica cubriéndola.
La bestia salta sobre él dejándolo en el suelo sosteniendo sus brazos con sus pantas delanteras, a punto de darle la mordida de la muerte que todo animal tiene en su instinto, colocando su hocico abierto en el cuello,
Presionando lentamente, disfrutando cada segundo, hace presión demostrándole de lo que era capaz, dejando unas marcas leves en su cuello, el lobo cierra los ojos sonriendo y se oye una fuerte explosión.

***

Un suspiro se oye en la casi total oscuridad del pasillo, el chico se da vuelta mirando hacia un lado ve los vidrios  en todo el suelo, cenizas en el cuarto de sus padres y sangre por todas partes. Su Arcanine había escapado de su Pokeball para quedarse juntos mientras se desangraban, Anthony lloraba, sabiendo que tal vez este sería el final, que su vida podría acabar sin haber logrado nada. Recordó a su familia, a sus otros Pokémon, miro a su Arcanine, las heridas que había sufrido por su culpa, el perro siempre fue fiel a él, Moriría con su amo y aun así moriría con orgullo. Recordó a la chica y sus lágrimas brotaron de sus ojos como una cascada, sus lágrimas irritaban su piel ensangrentada. Intento levantarse pero no pudo hacerlo, estaba demasiado débil, así que solo cerró sus ojos, respirando como si cada respiro fuese el último, dejándose ir. El aire se volvió frio y de su habitación se veía como la débil luz del amanecer estaba a punto de invadir todo el lugar, recordó su gran ventana, que sus padres habían hecho para él. Siguió llorando sintiendo el calor de los reflejos, hasta que sintió unos pasos, era su padre que estiro su mano para levantarlo, el chico intento tomarla sin lograrlo pero una flecha atravesó a su padre, encendiéndolo en fuego, y se convirtió cenizas otra vez… Al final del pasillo estaba la chica con un arco de plata, que al ser bañado por los rayos del sol desapareció entre sus manos. Fue ahí cuando el chico consiguió una fuerza distinta, logrando sentarse, y su cuerpo se cubrió de sangre lentamente, cerró los ojos, dejándose caer lentamente como si el tiempo se detuviera para dejarlo reposando en el suelo dulcemente, y dejo de respirar…

Abrió los ojos más tarde, estaba en su cama y su cuarto era un desastre, el sol ya no se estaba asomando por la ventana, era pasado el mediodía, y la chica estaba junto a él curándole las heridas. La chica sonrió al ver que despertaba y la abrazo fuerte, se abrazaron fuerte entre los dos, él lloraba confundido y luego escucho unos pasos en la escalera, y el Arcanine a su lado levanto las orejas, al parecer ella lo había curado también, o por lo menos fue lo único que pudo pensar en ese momento.
La chica volteo a mirar la puerta y alguien entro, era uno de sus vecinos, y se asusto, al ver todo el desastre y la sangre, se acerco a la cama tomándolo por uno de sus brazos y comenzó a gritarle cosas que él no comprendió, estaba confundido, no sabía que pasaba, ella ya no estaba ahí.
-¿Dónde estás?... Bonita, vuelve ¿donde estas?-dijo Anthony mientras comenzaba a desvanecerse
El vecino lo sacudía desesperado. Él se soltó y se levanto corriendo hacia la ventana, mirando a lo lejos gritando el nombre de la chica que ella jamás lo había dicho, aun así lo sabía, porque lo sabia eso es algo que no entendió, pero lo sabía y la llamaba.
Se levanto y fue hacia la ventana, mirando a lo lejos, gritando el nombre de la joven, su vecino hacia una llamada mientras él lloraba buscándola, quiso saltar para correr tras ella, sentía que estaba por ahí, sabía que debía estar en algún lado y tenía que ir con ella; desesperado intento saltar por el balcón, pero el hombre lo tomo por su espalda antes de que callera, y le grito más y más pero no pudo escuchar, el señor mayor, amigo de sus padres, fue al armario y lo vistió como pudo, lo hizo bajar con su Arcanine llevándolo hacia lo que parecía una ambulancia, unos hombres de batas blancas le colocaron un chaleco de fuerza, y a su perro lo amordazaron. Los colocaron en el camión, era un camión del psiquiátrico, todo era confuso para él.
Sentía como conducían durante horas, hasta llegar a un enorme lugar, viejo arruinado, de un enorme y tétrico jardín. La gente caminaba por ahí con chalecos de fuerza, otros tomaban el té y conversaban con alguien inexistente en ese jardín, había seguridad rodeando los muros del lugar, todos estaban locos, excepto él, sabía que no lo estaba, era totalmente injusto que lo llevaran allí.

Paso una semana en ese asqueroso lugar. Había dejado de comer. Estaba mucho más flaco, y no vio a su amigo canino, solo dos veces, el también estaba mal, estaba desesperado, soñaba con esa chica de la cual se había enamorado, no sabía si la volvería a ver, si pasaría el resto de su vida aquí, entre cuatro mugrosas paredes blancas. Necesitaba encontrarla, necesitaba llamarla, pero no sabía cómo…
Al séptimo día, apoyado contra una de las paredes, mirando la luna llena a través de la ventana colocada en el techo, sintió que se angustiaba al sentir como la luna lo bañaba con su suave luz, y comenzó a llorar, lleno de melancolía. Pronuncio el nombre de la chica mirando fijamente la luna entre lágrimas cerrando los ojos. Sintió como alguien tomaba su mejilla, y con el pulgar comenzaba a limpiar sus lágrimas… Seguía con los ojos cerrados, mientras su cuerpo era invadido por felicidad y miedo hasta que sintió los labios conocidos de esa chica tocando los suyos, se alegro durante el momento, y al final del beso sintió como la chica apoyaba la cabeza en su pecho, abrió los ojos temiendo que no fuera un sueño, y allí estaba ella, desnuda… con su melena cubriendo sus cuerpos, pero feliz.
-Jazmine...
Luego de ese dulce silencio, juntos. El rugido metálico de un Skarmory interrumpió el silencio. 
Vio como los cristales de la ventana en el techo caían a modo de cámara lenta mientras el ave se metía en la habitación. La chica sin preocupación saco el chaleco de fuerza del joven, bastante sucio después de una semana y lo ayudo a subir al pájaro de hierro. Volaron por la ventana abrazados, y salieron del repugnante lugar.

Antes del amanecer llegaron al bosque, su Arcanine lo estaba esperando allí junto al Mygthiena de la chica. Durante la salida del sol, los rayos comenzaron a acariciarlos, bañándolos en un delicioso calor, se besaron de forma apasionada mientras los primeros rayos del día los iluminaban alegremente, luego, tomados de las manos caminaron dirigidos por la chica. Se adentraron profundos en el bosque, hasta llegar a una cabaña, parecía habitada, pero dentro no había nadie.
-Aquí vivo- le dijo ella con una sonrisita corriendo desnuda bajo las espinas de pino subiendo los escalones de la rustica cabaña.
-Es muy bonito je - se acerco a ella tímidamente y la tomo  de su mano dándole un pequeño beso.
-Tú eres bonito- le sonrió ella y lo abrazo fuerte.
-Bueno… yo… eeh…-el chico tartamudeo nervioso y ella lo beso para que se callara.
-Mejor entremos-dijo Jazmine abriendo la puerta y entrando una sala con una chimenea, un sofá, una cocina al otro lado con una mesa, y una puerta de color rojo.
Anthony caminó por el lugar, recorriendo todo, era un lugar acogedor, la chica se acerco a la puerta roja e inmediatamente cambio a un color castaño, y la abrió sonriéndole al chico y entrando, el chico la siguió. Era una habitación grande, muy grande comparada con el tamaño que se veía por fuera. Las paredes del cuarto eran color amarillo tostado, con una franja color marrón oscuro, una cama grande, y de apariencia esponjosa; y todo el cuarto decorado con cosas al estilo antiguo.
El chico fue hacia el librero, tocando los libros, viendo enciclopedias, de seres mágicos, de Pokémon’s y demás… Ella se sentó en la cama mirándolo, con una sonrisa.
-Espero que te sientas a gusto Anthony-le sonrió y se hizo hacia atrás, quedando acostada, ronroneando feliz y cómoda.
Él fue hacia ella y se acostó encima, sin hacerle peso, la chica comenzó a besarlo, y a acariciar su pecho, abrazándolo y besándolo apasionadamente, haciendo que dieran la vuelta, invirtiéndose las posiciones, ella estaba desnuda sobre él y le besaba su cuello y sacándole su camisa, el estaba nervioso… pero le gustaba…
Acariciaba la espalda de la chica y se excitaba cada vez más, un bulto crecía en su entrepierna y ella lo sabía, besaba su pecho, luego su abdomen y luego sus pantalones, en donde estaba su bulto. Ella lo miraba con una sonrisa traviesa, mientras bajaba sus pantalones lentamente, él se sonrojaba, se sonrojaban y se ponían nerviosos: él jamás había estado con una chica, ni si quiera un beso y ahora... una chica estaba sobre él... desnuda... a punto de... Y sintió como la chica bajaba sus bóxers negros y tomaba su pene con sus suaves manos, lo acariciaba despacio, soltó un gemido, se sentía bien. Jazmine se sonrojo al igual que él, y comenzó a masturbarlo, haciéndolo crecer por completo... era tan grande... Bajo su cabeza despacio, y le dio una lamida al glande, Anthony se retorció sonrojándose, ella retiro su lengua y lo miro, temiendo haber hecho algo mal, pero él se estiro y puso su mano en la mejilla de ella, y le sonrió diciendo:
-Continua...-siguió sonriendo, colocando sus brazos cruzados bajo su cabeza mientras la chica metía la punta del pene en su boca, dándole lamidas por dentro, saboreando.
Era algo nuevo para los dos. Jazmine estuvo jugando con su pene y su boca mamándolo, el estaba tan excitado, ella tragaba todas las gotas de pre que sacaba, hasta que luego de más de una hora, se volvieron largos chorros de semen tibio que entraban en su boca, ella lo disfrutaba, y lo trago feliz.
Miro a Anthony agitada, y él se sentó, ella también lo hizo mientras tocaba su pene que seguía duro, y le sonrío.
Jazmine se acostó en la cama. Anthony La miro, se veía muy linda... inocente en cierta forma... parecía una niña, eran sus ojos tal vez, porque su cuerpo no lo era.
Se puso a su lado y la beso, sintió el sabor de su pene en la boca de Jazmine y juntos soltaron una risita. Beso ahora su cuello y bajo hasta uno de sus pechos, le dio una lamida y luego fue a uno de sus pezones, eran oscuros, y estaban duros... puso su boca en uno de ellos y comenzó a chupar y lamerlo, jugueteando, mientras ella lo masturbaba despacio con su mano, y el bajo por su estomago, llegando a su vagina suave, sin ningún pelito que molestara en su lengua, se veía y sentía tan suave, levanto sus piernas y la vio, algo que nunca quiso mirar desde que la conoció, estaba mojada y se relamió. Comenzó a chupar su clítoris despacio, dándole lamidas y con sus dedos abriendo su húmedo huequito, bajó. Y comenzó ahora a chupar ese pequeño lugarcito cálido, ese sabor.... le fascino.
Estuvo lamiendo su vagina durante un rato, la chica estaba muy excitada y era la primera vez para ella y no duro mucho, Anthony rio sonriéndole y la beso, otra vez esa risita al sentir el sabor de sus entrepiernas mezclándose en sus bocas. Anthony se sonrojo mucho al oír que la chica susurraba:
-Con cuidado por favor… es mi primera vez- y se sonrojaban los dos, su pene estaba tan erecto, era muy grande, no quería lastimarla, pero la chica se lo pedía con deseo a través de su mirada.
Era un placer tenerla acostada de esa forma, sabía que entrar sería mucho mejor, aun así tenía miedo, apenas habían logrado entrar dos de sus dedos, no quería lastimarla…
Pero el placer lo dominó, y se puso sobre Jazmine acomodando su pene en es delicado agujerito, estaba tan tibio, casi caliente y saco un chorrito de pre dentro de ella y se sonrojó al notar lo nervioso que estaba. Así que se apoyo en ella dándole un beso apasionada y dio una fuerte embestida, penetrándola. Su pene no logro entrar por completo, aun así los dos dieron un largo gemido de dolor y luego otro gemido y otro, hasta que los gemidos se volvieron de placer con cada embestida, abriéndola cada vez más, hasta meter su pene por completo. Siguió penetrando y Jazmine seguía gimiendo, sus gemidos juntos sonaban en la habitación como una canción, él la besaba a veces pero el placer era fuerte y no podían contener sus gemidos. Anthony sintió su pene un poco más apretado en la vagina de ella, que seguía agitada, dando gemidos y más gemidos al sentir como él la penetraba. Luego de lo que fue poco más de una hora, su pene estaba muy hinchado, siguió penetrando y sentía un placer enorme al igual que Jazmine y soltaron juntos los gemidos más fuerte que en ese cuarto se habían escuchado y Anthony dejo salir muchos chorros de semen caliente en la pequeña vagina de ella, se retorcía al ser llenada pero se sentía bien, lo abrazo y se sonrojaron mucho abrazándose. El semen comenzó a salirse por los lados, era demasiado y saco su pene acostándose a su lado, todavía abrazándola. Se abrazaron felices y se volvieron a besar, seguían tan excitados así que siguieron acariciándose, masturbándose el uno al otro hasta quedarse dormidos, solo que... él todavía tenía el pene dentro de Jazmine cuando se durmieron, estaban unidos, en todos los sentidos...

Anthony se despertó con una gran erección y se dio cuenta de que Jazmine ya había despertado, y se penetraba lentamente soltando unos dulces gemiditos, la penetro y ella dejo de hacerlo avergonzada, no se había dado cuenta de que estaba despierto y se sintió más avergonzada por hacerle eso mientras dormía, pero siguieron haciéndolo hasta que saco su pene, todavía grande y le susurro:
-Ponte en cuatro preciosa-ella lo hizo juguetonamente, se veía tan hermosa en esa posición, tan penetrable. Anthony bajo su cabeza y con las manos abrió sus nalgas redondas, y comenzó a lamer su entrada, lubricándola con su lengua y ella gimió sonrojándose-no esperaba eso je je. Me gusta- y se relajo. Mientras se ponía sobre ella y dio una embestida, metiendo todo el pene dentro de su ano. Era muy apretado y a los dos les encanto.
Anthony penetro duro pero con dulzura a Jazmine durante casi una hora. El la masturbaba con sus manos, acariciando su clítoris, penetrando su entrada y dio una fuerte embestida llenándola de semen por segunda vez, sin dejar de mover sus dedos en la vagina de la deliciosa chica, y ella tuvo un orgasmo delicioso como el de él.
Se acariciaron otra vez, tanto tiempo sin haber tenido nada, seguían excitados pero solo se acostaron, abrazados, masturbándose suavemente el uno al otro, y así estuvieron hasta el mediodía, luego ella le llevo el desayuno, fue un día normal, un hermoso día que jamás iban a olvidar.

14 de marzo de 2013

Capitulo Dos



Capitulo Dos




El bosque de las rosas negras.


No puedo ver cómo te vas 
No quiero dejarme olvidar, lo intento 

Desvaneciendo... 

No puedo ver cómo te vas 
No quiero dejarme olvidar, lo intento 
Lo intento

En las ausencias-Cirse









A
nthony y Jazmine estaban sentados bajo un árbol de cerezo observando el atardecer de ese mismo día hasta quedarse dormidos.
Despertaron durante la madrugada ante el grito de un cuervo negro de ojos blanco lechoso. Se escuchaban destrozos dentro de la casa y las risas de dos hienas. Anthony corrió hacia la casa seguido por Jazmine, dentro, el lugar era un desastre, las dos hienas, una de color marrón tostado y la otra de color anaranjado, habían revuelto toda la casa en busca de comida. Anthony saco a Arcanine y este comenzó a golpear con sus zarpas a las hienas, haciendo que estas soltaran aullidos, pero sin retroceder ante la comida.
Jazmine saco una piedra color azul con detalles negros y la presiono en su palma, haciendo que un Lucario bien formado apareciera.
El Pokémon elevo sus palmas haciendo que en ellas apareciera una especie de hueso de energía con el que golpeo a la hiena color tostado haciendo que esta retrocediera hasta la ventana, la hiena color naranja enojada intento pelear con el Lucario pero al salir malherida también se escabullo en el cuarto de Jazmine.
Allí salto a la cama, embarrando las delicadas y desordenadas sabanas con sus patas. La hiena tostada se metió por la puerta a espaldas del Lucario que intentaba atrapar a la hiena mientras saltaba en la cama.
La última hiena comenzó a saltar sobre los estantes, rompiendo frágiles esculturas de cristal, destrozando lámparas, muñecas, peluches. Salto a los estantes del gran librero de la habitación y comenzó a sacar los libros mientras la hiena naranja comenzó a dar aullidos que perturbaron a Jazmine, Anthony, Arcanine, Lucario y todos los animales que se encontrara alrededor. La hiena tostada desordenaba los libros, manchándolos con la baba que soltaba entre sus risas, arrancándole las hojas y manchándolos con más y más barro.
Las hienas tomaron la ropa de Anthony durante el continuo aullido, impidiendo que pudiera recuperarla en el acto. Cuando estuvieron lo suficientemente lejos para salir de los efectos de los gritos, pero aun así escucharlos, Anthony corrió desesperado en bóxers tras las hienas seguidos por su Arcanine, el Lucario y Jazmine entre risitas que hacían parecer que todo era un juego.
Cuando los aullidos dejaron de escucharse, la luna seguía brillando, y Anthony se detuvo, arrodillándose enfrente de un árbol, Jazmine se dio cuenta de que todo no era un juego, al ver que lagrimas caían por las mejillas de él.
-Hey… ¿Qué pasa?-Jazmine se acerco a él abrazándolo fuerte por su espalda.
-Las… Malditas hienas…
-No te preocupes-le sonrió- era solo ropa, puedo conseguirte mas-siguió con su sonrisa y acariciaba su espalda intentando animarlo.
-No es… la ropa…-cerró fuerte los ojos llorando en silencio.
Ella lo abrazó muy fuerte intentando hacer que se calmara, y su energía fluyó a través de él haciendo que se tranquilizara un poco más, y comenzó a hablar:
-En el bolsillo… de mi pantalón… se encuentra un reloj de oro de mi padre. Sabes que mis padres murieron… Era lo único que me quedaba de él… Y… lo perdí…-sus lagrimas caían rápidamente por sus mejillas dando paso a otra lagrima, a otra y a otra.
Jazmine lo abrazo muy fuerte, teniendo así un recuerdo de Anthony cuando era pequeño.

Anthony estaba sentado frente al escritorio de su padre, jugando con ese reloj de oro que, para su padre, era su todo después de su familia. Había sido heredado de generación en generación desde hacía ya demasiados años como para recordar las fechas exactas.
Su padre escribía en cuadernos, era escritor, le contaba a él tantas historias, con mundos tan maravillosos, tan bien contados que hasta parecían reales.
 Su padre tenía una gran biblioteca, llena de libros tanto viejos como nuevos.

***
Anthony estaba acostado en su cama, tendría tal vez unos diez años, su padre estaba a su lado leyéndole un cuento viejo perteneciente a su bisabuelo.
-Pa… ¿Crees que algún día tendré una aventura?
-Ja ja sabes, yo creo que si la tendrás-cerro el libro y apago las luces-hasta mañana Anthony.
-¿Y… el amor?
-Quien sabe… es lo más probable-su padre cerró la puerta y Anthony quedo pensando en la oscuridad hasta quedarse dormido y soñar con fuego.

***

Anthony dormía, ya con doce años, estaba inquieta la noche, soñaba con una gata color tostado a su lado, todo el tiempo dándole una sensación de seguridad.
Luego se oyó una explosión, separándola de esa gata, un grito... y un par de aullidos, salió por la puerta al pasillo y vio al Arcanine de su padre con la mitad de su pelaje quemado, su padre tenía su mano derecha quemada y estaban tumbados en el suelo. Él corrió con su aun joven Growlithe hacia su padre y lloro abrazándolo, temiendo que estuviera muerto. Su madre llego a los segundos. Llorando también hasta que su padre reacciono y se abrazaron fuerte, fue un día triste en la vida de Anthony, fue un hecho que lo aisló de la vida, los únicos a los que estaba unidos eran a sus Pokémon’s.

-Shh... Tranquilo Anthony... todo estará bien, estoy contigo ahora.
Anthony no tenía casi ningún recuerdo de su madre. La relación empeoro ese día, su madre trabajaba en una empresa y se llevaron muy mal con Anthony durante la adolescencia.
-Jazmine... Lo extraño... Extraño al que era antes... Ese reloj lo mantiene vivo en mí, necesito recuperarlo. Por favor ayúdame-Anthony la abrazo muy fuerte, llorando más y más.
-Anthony... lo recuperaremos-ella se levanto dándole su mano y levantándole, mientras su Lucario comenzó a percibir la energía de las hienas para seguirlas.
Caminaban adentrándose en el bosque. La noche continuaba...
-Mi padre lo era todo Jazmine... el era lo mejor que tenia luego de mi, en aquel entonces, Growlithe, el me enseño muchas cosas. –pasaron por entre arboles y flores negras y se detuvo-el era mi mejor amigo, el era alegre, lograba escribir esos cuentos que tanto me gustaban. Leíamos juntos todas las noches, escribíamos juntos. Luego del incidente él... dejo de ser el mismo, llevaba un guante de cuero negro en su mano quemada, dejo de ser cariñoso conmigo, se acostaba tarde no junto con mamá como lo hacía siempre. Dejo de leerme libros, de ayudarme a escribir, y solo se dedicaba a hacer aburridas enciclopedias de historia, la imaginación y alegría que irradiaba se extinguió el día del incidente.
Jazmine dio una sonrisa muy poco convincente y lo beso.
-Tranquilo ¿sí? No quiero verte mal... Amor...-Anthony la abrazo muy fuerte llorando pero con una sonrisa.

Continuaban caminando, Anthony tomaba por su cintura a Jazmine y caminaron así siguiendo al Lucario, en el camino las cosas se volvían oscuras, y el tiempo se detenía, hasta que comenzaron a sentir un olor putrefacto.
-Espera... algo no va bien aquí...-Jazmine recogió una piedra del suelo, e inmediatamente se torno de color verdoso, con un detalle en forma de romboide de color azul y la presiono en su palma haciendo que apareciera un enorme y feroz Tyranitar.
-¿Necesitas ayuda... amor?-Sonrió con timidez y felicidad y ella le devolvió la sonrisa.
-Claro-sonrió.
Anthony saco su Pokeball negra* del bolsillo sacando un gran Rhyperior
Los dos Pokémon’s caminaban como tanques a sus lados, el olor se volvía repugnante, cruzándose en el camino con sapos negros, insectos enormes y sombras siguiéndolos entre los árboles.
Se aproximaban a la fuente del olor putrefacto, enfrente a ellos se encontraba un gran arrollo con un puente color negro, firme, pero se alzaba ante sí con poca confianza. Al otro lado se encontraban las hienas, la de color naranja con el reloj del padre de Anthony entre sus dientes.
-¡Estúpidas hienas!-Anthony furioso comenzó a correr hacia el puente y en cuando lo toco, el tiempo se congelo, y del rio se alzaron cientos de cadáveres de piel blanca, sumidos en huesos, sin ojos y con boca de feroces dientes.
Arcanine y Lucario se abalanzaron sobre los cadáveres que intentaron agarrar al chico; luego el Tyranitar y el Rhyperior comenzaron a luchar con los de su alrededor, eran difíciles de vencer, duros, pero que con una mordida en el cráneo terminaban.
Lucharon durante un rato, pero cada vez más y más cadáveres aparecían desde el rio. Anthony, luego de un shock que lo dejo inmóvil corrió hacia Jazmine, quien estaba con dos piedras en las manos, preparada para luchar, pero un cadáver de una tonada marrón salto sobre ella, ese cadáver andaba en cuatro patas, pero aun así era esquelético. Tomo a Jazmine arrastrándola y Anthony salto sobre el cadáver marrón con una desconocida fuerza sobrenatural. Y comenzó a rasguñar el cadáver, mientras que el cadáver rasguñaba a Jazmine.
Todo fue confuso, hasta que un rugido de ultratumba llamo a los repugnantes seres, el cadáver marrón dejo a Jazmine en el suelo y fue a reunirse con los de su especie, Anthony la abrazo cargándola en sus brazos y ella lo miro con una sonrisa de agradecimiento.
A lo lejos se veía un cadáver alto, igual de esquelético, pero con colmillos marcados y machados en sangre, garras largas, cola, encorvado y con cuernos en la cabeza.
El Tyranitar y el Rhyperior se abalanzaron sobre el cadáver grande, y este comenzó a morderlos y rasguñarlos, pero al ser su piel de roca sus cuerpos no eran afectados. El gran cadáver los empujó con fuerza de ultratumba, volcándolos en dos extremos, los pequeños cadáveres corrieron hacia ellos, rodeándolos por todos lados y dándoles pelea. Las hienas que habían huido de la pelea se acercaron al gran cadáver entregándole el reloj, este lo tomó y una grande escalera de piedra se abrió ante un hueco en la tierra, el gran cadáver comenzó a bajar lentamente, estaba a punto de meterse el reloj a la boca. Se relamía con su lengua putrefacta, y se notaba una sonrisa entre esos dientes tenebrosos cubiertos de sangre.
El reloj estaba sobre su lengua y la iba enrollando lentamente.
Anthony y Jazmine se abrazaron fuerte, él lloro sin poder hacer nada y todo estaba cámara lenta, hasta que dos gritos de voces humanas se oyeron en el bosque, haciendo que el jefe dejase de comer, miro hacia los lados en busca de los gritos, al no ver nada quiso continuar con su comida pero sorprendentemente fue atravesado por dos flechas color plateado, una en el medio de su cabeza por detrás y otra de la espalda hacia el pecho.
Todos los cadáveres desaparecieron. Los Pokémons enormes yacían en el suelo, medio consientes. El lugar dejo de ser tan tétrico y todo se calmo, zorros, conejos, pájaros y demás animales en tonadas negras y grises rondaban por el bosque. Y el putrefacto olor había desaparecido, Rosas negras crecían en todos los arbustos, dando un brillo precioso en todo el bosque, los arboles florecían, con hojas negras, pero preciosas y nada tenebrosas.
En un árbol se lo logro distinguir una chica, de vestido negro, descalza, pelirroja y de pelo lacio medio largo, con un arco plateado con finos detalles, y una marca en los ojos como si fuera un mapache; llevaba plumas negras en el pelo y una sonrisa extraña. En otro árbol al lado opuesto se veía un chico, pelirrojo, el pelo despeinado y lacio también, de ojos verdes, con otro arco plateado, pero más grande y un poco tosco, llevaba plumas también, se veía tímido pero temerario a la vez, solo tenía unos pantalones negros y también estaba descalzo.
-¡Hooola Jazmine!-grito la chica pelirroja bajando del árbol.
-Hola Jazz-grito el chico saltando hacia el reloj y tomándolo con su mano, caminaron por el puente y el pelirrojo lanzaba el reloj hacia arriba y lo tomaba con su mano.
-Hola Frank, hola Bonnie-Jazmine soltó una risita mientras lo veía y sonreía mirando cómo se acercaban.
Anthony abrazo fuerte a Jazmine como si la cubriera y ella soltó otra risita junto con el chico pelirrojo.
-Hey, ¿qué pasa chico nuevo?-pregunto el chico pelirrojo mirándolo con gracia.
-Él es Anthony-contesto Jazmine acariciando la cabeza de Anthony-es mi novio-se sonrojo y lo abrazo fuerte.
-Oww Jazz, jamás creí que oiría eso de ti ja ja.
Anthony se sentía extraño, sentía que no encajaba y se levanto dejando a Jazmine cubriéndole su cuerpo con su larga melena.
-¡Hey tu, chico nuevo!-Frank arrojo el reloj y Anthony estiro su mano tomando el reloj y lo presiono bajando su manos.
-¿Como sabes que esto es mío? ¿Tu mandaste a esas hienas?-el Arcanine de Anthony se paro frente a Frank con mirada desafiante, mostrando los dientes.
-Hey, hey, hey perrito no te enojes.
-¿Vas a contestar?
-Pues si niño, te contestare-el chico se apoyo en las barandas del puente y tomo una rosa negra oliéndola-ese reloj tiene tu energía.
-¿Y las hienas? ¿Y esa horrible bestia?
-Ay Jazz, ¿por qué tienes un chico tan preguntón?-rió.
-Cállate Frank-Jazmine abrazo fuerte a Anthony ronroneando con una sonrisa.
-Hey Anthony tú no te preocupes por este-golpeo a Frank en el brazo jugando- es un poco idiota.
Anthony se rio tímidamente y abrazo a Jazmine.
-Perdón, no nos presentamos, somos los Hermanos Rojo, somos de la misma especie de Jazz y solemos vivir en este bosque…-y su hermano interrumpió.
-El bosque, de las rosas negras-Frank arrojo una rosa a los pies de Jazmine y sonrió.
Anthony se puso furioso y Jazmine lo beso.
-Tranquilo Anthony, el idiota de Frank está enamorado de Jazz, pero ella lo quiere solo como amigo, pobre todavía no se da cuenta de que no estará con ella jamás.
Frank comenzó a pelear con su hermana, haciendo berrinches, pero esto quedo como plano de fondo. Jazmine abrazo por el cuello a Anthony y este respondió abrazándola por su cintura, ella le susurro al oído.
-No te pongas celoso amor-le sonrió-tu eres mi novio, jamás paso algo con Frank-ella lo beso lentamente cerrando sus ojos y él respondió dulcemente cerrando los ojos también.
-Aww-dijo Bonnie seguido de un suspiro.
-Bueno, volvamos a casa-gruño Frank y camino desde la vuelta al bosque.
Jazmine y Anthony terminaron el beso dulcemente y caminaron juntos de la mano, dirigidos por Frank y seguidos por Bonnie.
-Y bueno Anthony, cuéntanos como conociste a Jazz.
-Bueno, yo… perdí a mis padres, estaba en el cementerio y todo comenzó cuando la vi en el arroyo del bosque…
-Oh, como una típica relación ¿no? Ja ja-dijo Frank.
-¿Acaso eres idiota Frank? ¡No juegues con eso!-los dos hermanos comenzaron a pelear nuevamente. Y el camino siguió lleno de palabras.
Los hermanos Rojo pertenecían a la especie de Jazmine, ella era como una de sus hermanas.
Frank tenía 16 años, Bonnie tenían 19 años y Anthony y Jazmine tenían 17.Frank estaba enamorado desde siempre de Jazmine, o como solían apodarla, Jazz.
-Bueno, Frank es un tanto aventurero si podemos así decirlo, un tanto infantil, pero no le tiene miedo a nada, excepto a…
-¡Cállate Bonnie! Pues, tu eres la típica “Yo lo sé todo”-haciéndole un gesto molesto a su hermana.

Llegaron a la casa por la tarde, habían pasado mucho tiempo dentro del bosque, pero ese boque tenía algo mágico, este se mantenía todo el tiempo durante la noche de luna llena, haciendo brillar a las rosas negras que le daban su nombre.
Entraron y todo fue normal, hablaron un rato, pero nada muy interesante ni que deba destacarse.
Al acercarse los hermanos rojos a la puerta del cuarto, esta se dividió en dos poniéndose de color rojo, los hermanos entraron a la puerta correspondiente. Jazmine se acerco a la puerta y se torno de color marrón, tomo de la mano a Anthony y lo trajo hacia la habitación.
Todo estaba intacto, como si las hienas jamás hubieran estado allí, las luces estaban bajas y el ambiente daba una sensación agradable.
Jazmine le sonrió y lo abrazo por su cuello besándolo, Anthony se puso nervioso pero aun así siguió el beso mientras ella lo llevaba hacia la cama haciendo que callera quedando sobre él.
-Te pusiste celoso de Frank ¿no? –Jazmine acaricio su pecho y su costado dulcemente mientras besaba su cuello y su hombro.
-Pues… si, mucho. Eres bonita, soy un idiota al pensar que solo me gustaste a mí.
-No no, Anthony no digas eso-le acaricio su mejilla dulcemente- tú no eres idiota, y yo no soy la gran cosa-se sonrojo mucho y siguió dándole besos en su cuello.
-Si lo eres-le sonrió y comenzó a besarla lentamente mientras acariciaba su muslo derecho lentamente subiendo por su nalga y acariciando ahí despacio.
Jazmine soltó un gemido sonrojándose y se acostó de lado en la cama muy sonrojada y sus pezones comenzaron a ponerse duros.
-¿Qué pasa linda? ¿No quieres?
-Claro que quiero-lo beso y él comenzó a acariciar su pierna, subió por su cadera, su cintura hasta llegar a su pecho y apretarlo siguiendo el beso.
Jazmine dejo el beso sonrojándose mucho y lamio su boca, Anthony saco sus bóxers costándole un poco ya que su pene había crecido y estaba completamente duro, haciendo que el bóxer quedara más ajustado de lo que era. Su pene salió, duro y comenzó a acariciar el abdomen de Jazmine, mojándolo y soltaban risitas entre besos y caricias.
-Mm Anthony-Jazmine lo abrazo fuerte y él la cargo mientras ella lo abrazaba de su cadera con sus piernas.
-¿Qué pasa preciosa?- Anthony soltó  una risita mientras besaba su cuello  y acariciaba su pierna y sus nalgas.
-Nada, continua-ella se rio estirando su cuello y apegando sus pechos al pecho de Anthony. Él la llevo contra un escritorio no muy ancho y Jazmine tiró las cosas que había empujándolas con su mano. Anthony la sentó ahí y ella apoyo su espalda en la pared, el seguía acariciándola y besando su cuello, bajando por su pecho hasta llegar a uno de sus pechos, comenzó a lamer uno de sus pezones y con su otra mano apretaba masajeando su otro pecho.
Jazmine soltaba gemidos mientras él la acariciaba, Anthony comenzó a bajar su mano, acercándose a su vagina, y comenzó a meter sus dedos lentamente, masturbándola despacio, moviendo sus dedos de arriba abajo. Jazmine gemía demasiado, estaba demasiado excitada y Anthony por miedo a que los escucharan comenzó a besarla, mientras la masturbaba ella comenzó a tocarlo también, apretando su mano en su pene subiendo y bajando y Anthony soltó un gran gemido.
-Bonita estoy muy sensible…-siguió masturbándola mirándola con una sonrisa-si sigues haciendo eso tendré que abrirte bien esas lindas piernitas que tienes y embestirte hasta el fondo…-la beso y comenzó a abrir sus piernas, la vagina de Jazmine se mojaba mas con cada centímetro que se abrían sus piernas por las manos de Anthony, él la abrazo de su cintura y la apego a su cuerpo, metiendo fuertemente su pene duro dentro de ella.
Anthony siguió penetrándola, Jazmine estaba agotada luego de un par de horas, hasta que tuvieron juntos el orgasmo, Jazmine gimió durante un largo rato, su vagina se mojaba más y más, el orgasmo de Anthony lleno a Jazmine de semen caliente, que ya estaba mojada por todo su pre. Agotados se acostaron en su cama durante lo que fue poco más de una hora. Se acariciaron y se besaron durante 10 minutos antes de quedarse dormidos. Jazmine estaba de lado en la cama apoyada en Anthony quien estaba detrás abrazándola por su abdomen.
Se despertaron cuando ya era de noche, salieron desnudos afuera, y se sentaron bajo el árbol de cerezo mientras se besaban y seguían acariciándose, el pene de Anthony seguía tan erecto como el primer momento.
Estuvieron besándose un rato hasta que se Frank salió fuera, podría decirse que a este le dio miedo el tamaño el miembro de Anthony, Frank salió corriendo hacia el bosque y Jazmine comenzó a reír, Anthony siguió besándola con una sonrisa y se puso sobre Jazmine acariciándola, ella lo abrazo con una de sus piernas y Anthony volvió a penetrarla lentamente durante una hora, Anthony apresuro su orgasmo al sentir que Jazmine estaba llegando volviéndola a llenar, así que entraron a la casa.
Se metieron a la ducha y se bañaron mutuamente.
Jazmine se acostó en la cama ya seca y Anthony estaba envuelto con una toalla desde la cadera para abajo. Comenzó a revisar el ropero de Jazmine y encontró mucha ropa.
-Jazmine, no sabía que tenias tanta ropa-le sonrió y comenzó a sacar un vestido simple, con una especie de cinta bajo los pechos ajustándose y todo en color rosado-Pues… esto es muy bonito-saco unos pantalones hasta las rodillas ajustado color celeste y una camisa de chico color negra con dibujos en blanco-y esto es bonito también. ¿No tienes por casualidad ropa de chico?-se rio un poco y ella se acerco besándolo y tomo la ropa cerrando el armario.
-Ábrelo mi amor, si te fijas ahí puedes encontrar ropa, si lo quieres-le sonrió, aquí está la ropa que te gustaría que yo usara, piensa lo que te gustaría usar tu.
Jazmine comenzó a ponerse los pantalones y la camisa mientras Anthony abriendo de nuevo el armario y se vistió también, luego miro a Jazmine y la abrazo fuerte.
-Eres tan linda-la abrazo muy fuerte sonriendo-¿Quieres que salgamos a pasear?
-Mm claro-se tomaron de las manos y salieron hacia el bosque caminando.
La luna seguía en el cielo, caminaron por el bosque jugando durante el camino, hasta que llegaron al bosque de las rosas negras. Al otro lado del puente las rosas resplandecían a la luz de la luna. Jazmine se sentó en las barandas del viejo puente de madera y miraba los peces nadar en el arroyo cuyas aguas se asemejaban al cristal. Anthony se acerco a ella y la abrazo por su cintura apoyando su cabeza en el pecho de ella, acaricio su cintura y Jazmine acaricio su cabeza apegándolo entre sus pechos, deseando que estuviese desnuda. Anthony, excitado de nuevo comenzó a acariciar la cintura de ella bajo su camisa, besándola de nuevo hasta que Frank volvió a aparecer entre los árboles.
-Jazz creo que te vez más bonita sin ropa-dijo este saltando del árbol y parándose al lado opuesto del puente.
Anthony y Jazmine no prestaron atención y siguieron acariciándose y besándose entre sonrisas.
-¿Preciosa quieres que sigamos caminando?-susurro Anthony a Jazmine y ella asintió.
Siguieron caminando hasta encontrarse con un resplandor dorado en el suelo, Frank los siguió.
El resplandor dorado surgía de lo que parecía ser una escalera en el suelo. Anthony se sentó en el primer escalón, dudando si entrar o no, y Jazmine se sentó junto a él.
-No creo que sea una buena idea…-comento en un susurro a Anthony que Frank también pudo escuchar.
-El niñito mimado tiene miedo, pobre-Frank se rio de forma molesta y comenzó a bajar los escalones y luego la luz se apago, dejando salir otro fuerte resplandor dorado y un grito de Frank. Jazmine y Anthony saltaron a un lado evitando una gran cantidad de murciélagos blancos que se tornaron negros azulados cuando estuvieron suficientemente lejos para no ser iluminados por el resplandor dorado. Frank corrió por la escalera y se tiro al suelo.
-Sabía que no era buena idea…-Jazmine se apoyo a un lado de Anthony y se estiro incomoda por la ropa.
-Bueno, ¿bajamos? No tenemos nada mejor que hacer, ¿o sí?
-Anthony, hay algo que si podemos hacer-soltó una risita- pero Frank estorba así que podríamos bajar.
Jazmine bajó escalón a escalón como si todo fuera un cuento, sin temor, Anthony la siguió, intentando protegerla de lo que pudieran encontrar allí y por ultimo Frank, asustado a espaldas de Anthony. Todo fue oscuro, pero fue un camino recto. Hasta que se escucho como un conjunto de chillidos de incomodidad, seguido de un susurro humano. Frank se asusto, comenzó a sacudir a Anthony entre llantos, Jazmine se reía y el susurro seguía pidiendo ayuda.
Anthony corrió hacia el susurro, ya que se le hacía desconocidamente familiar. Allí había un hombre alto, atado de manos, sumido, con hambre, pero con una sonrisa en su rostro al ver a Anthony.
-Anthony…-en la mirada del hombre ya adulto relucía un brillo de felicidad y Anthony fue con él a desatarlo.
-Pero… ¿Quién eres?
-Yo… soy el ayudante de los experimentos de tu padre… ¿Dónde está? Debo verlo, ¡necesito explicarle lo que paso!
-Bueno… Mi padre… Murió…
-Los ojos del anciano se llenaron de lágrimas y cubrió su cara con sus manos, Jazmine corrió hacia él y lo abrazo de forma refleja. Anthony se acercó a él y le tomo su mano mirándolo- cuéntame, ¿Qué paso?
El hombre tartamudeo y comenzó hablar.
-Tu padre me envió aquí, a traer a un nuevo experimento, era un regalo para ti, pero un asqueroso cadáver me capturo y no pude volver, el tiempo se hizo lento para mi, tú tenías apenas 10 años, tu padre… estaba en cosas extrañas algo malo Anthony, tu padre era un buen hombre…-el ayudante comenzó a llorar y Jazmine lo abrazo intentado tranquilizarlo-abre la caja esa…-señalo una caja con un montón de murmullos.
-Pero… ¿Qué es?
-Tu padre hubiera querido que los tuvieses, aunque sea solo uno…
Anthony se acerco a la caja y la abrió, allí estaba repleto de bolitas rosadas, cientos, que al abrirse la caja dejaron de chillar, y levantaron sus orejas parecidas a las de un conejo, ojitos color negro con un toque de brillo y una colita larga y retorcida, una pequeña bolita rosa salto sobre Anthony, apoyándose en su pecho y se acurruco amistosamente
-¿Qué son?-acaricio lentamente a la pequeña bola rosa que tenía en su hombro y se encariño rápidamente dandole un pequeño beso en esa tierna naricita de cerdito.
-Tu padre estaba haciéndolas, para tu cumpleaños número 11, termino muy rápido, más rápido de lo que él esperaba, así que me trajo a este bosque, al que frecuentábamos muy seguido, intente esconderlos, pero me capturaron y jamás regrese, supongo que me habrá dado por muerto, pero tu jamás me conociste así que nada debe haberte mencionado de mi.
-Pues la verdad, no… pero supongo que lo ha conocido bien…
-Yo era su mentor, hasta que me supero, haciendo que me vuelva su ayudante, lo quería mucho, era como un hijo para mí, pero insisto, el no sabía lo que hacía cuando se metió con el enemigo.
-Debería venir con nosotros, lo ayudaremos, pero necesito que me cuente más de mi padre, quiero saber que pasó.
Comenzaron a caminar mientras hablaban, Anthony abrazaba a Jazmine por su cintura que traía una pequeña cerdita en su hombro y Frank llevaba al anciano con el brazo del hombre rodeando su cuello y ayudándolo a caminar.
-Cuando yo tenía 12 años mi padre sufrió un accidente, lo cambió todo, es un tormento para mí. Necesito saber que paso, que fue lo que paso en ese momento, y como murió mi padre.
-Anthony, no sé que puedo decirte ahora, es difícil para mí.
-Sabe, ha aparecido un lobo luego de la muerte de mi padre, me atormenta, a mí y a Jazmine…
-Bueno, un lobo negro, grande, del tamaño del que debe ser ahora tu Arcanine ¿verdad? Ojos negros, lanudo, aliento fétido, totalmente sigiloso.
-Exacto… ¿Pero como sabe lo de mi Arcanine?
-Se muchas cosas de ti y tu futuro, solo de ti pero no de quien te rodea… conozco lo que pasara en cada momento de tu vida, conozco las opciones alternativas por si tus ideas cambian a lo largo del tiempo, Anthony, yo lo sé casi todo de ti.
Anthony se quedo nervioso y siguió caminando, abrazando más a Jazmine.

Cuando llegaron a la casa mandaron de vuelta a Frank a buscar la caja. Anthony traía consigo al pequeño cerdito, y Jazmine con su cerdita. Bonnie se quedo con el anciano, llamado Emerick, en una habitación de huéspedes que apareció ante esa puerta extraña.

-Fue un día largo, ¿no crees?-Anthony estaba acostado en la cama sin camisa, y Jazmine se desvestía.
-Bastante mi amor, pero, podemos finalizarlo, o mejor dicho empezarlo…-miró por la ventana y el cielo se veía naranja por las primeras luces del sol-…de una forma más cómoda, no te ¿parece?
Anthony le sonrió, tenía a Jazmine sobre él desnuda con su melena acariciando su cuerpo, ella le acaricio sus costados, y Anthony se estiro sonrojándose demasiado.
-Eres insaciable Jazmine-susurro con una sonrisa mientras ella comenzaba a bajar lentamente por su pecho dándole besos y lamidas hasta llegar a su entrepierna.
Bajó sus pantalones lentamente dejando salir el miembro húmedo y duro de Anthony, comenzó a masturbarlo, mirándolo con una sonrisa y él se había medio sentado, apoyándose en sus codos. Ella seguía masturbándolo, sus ojos reflejaban lujuria y él se mojaba cada vez más, hasta que comenzó a lamer su glande lentamente y se estiraron sonrojándose, comenzó a meter el enorme pene en su boca, jugando con su lengua cuando estuvo dentro. Siguió lamiendo lentamente, jugando y mamando despacio mientras acariciaba su cuerpo. Anthony estaba demasiado excitado pero aun así podía resistir lo que Jazmine estaba haciendo.  Ella siguió lamiendo y mamando lentamente mientras Anthony se retorcía dejando de aguantar y soltaba pequeños chorros de pre que atravesaban la garganta de su novia. Jazmine comenzó a mamarlo fuerte y Anthony daba embestidas en la boca de la chica, penetrándola y llenándola de pre, estaba muy cansado, sumado la agitación y la excitación de la mamada su orgasmo llegaba más rápido con cada segundo que pasaba, pero siguió aguantando.
Jazmine pasaba su lengua por todos lados dejando que el pene de Anthony penetrara hasta su garganta. Sentía como su novia lo hacía explotar de placer, pero él no quería acabar, su novia tenía que esforzarse un poco más si quería recibir su premio, ya que era un premio bastante bueno…
La chica se dio cuenta de que su novio no le daría nada a menos que lo impresionara, así que comenzó a mamar, morder raspar lamer y penetrar todo a la vez, Anthony al borde de la agitación, con su pecho sudando, su cabello despeinado, su cuerpo temblando y su respiración agitada, tomo con cuidado el cabello y la cabeza de Jazmine y le metió su pene hasta el fondo de su garganta soltando largos chorros de semen que cayeron uno a uno en la garganta de su novia. Al final Anthony soltó a Jazmine avergonzado y miro hacia otro lado.
-Lo siento Jazz…
-No paso nada, ¡me encanto!
-¿En serio…?
-Mucho-su novia sonrió y se acostó junto a él besando su cuello.
Ahora era el turno de Anthony, quien comenzó a lamer su cuello despacio y luego bajo por sus pechos, lamía uno de sus pezones despacio, se tomo el trabajo de lamerlo bien para que Jazmine se mojara demasiado, y con su otra mano masajeaba el enorme pecho que quedaba.
Anthony hizo lo mismo con los dos pechos y luego bajo por su abdomen, lamiendo y acariciando su cintura despacio. Acaricio sus piernas lentamente abriéndolas, aunque Jazmine las abría todo el tiempo para que la probara Anthony la hizo esperar, comenzó lamiendo la parte de su pierna que esta apegada a su vagina, siguió hasta arriba, donde se supone que van los pelitos y luego bajo lentamente hacia el clítoris de Jazmine, abriendo con sus dedos los suaves y carnosos labios de su novia. Deslizo lentamente dos de sus dedos en el pequeño hueco húmedo de Jazmine, dentro comenzó a mover sus dedos en forma de gancho mientras besaba lamia y chupaba el clítoris de Jazmine, Anthony lo hizo durante un rato largo, dándole un placentero oral a su novia, que quedo agotada llegando a su orgasmo, se retorcía fuertemente, soltando largos gritos de placer, terminaron los dos todos sudados, acomodaron su cama y Anthony se acostó rodeándola con sus brazos, que se acostó a su lado apoyándose en el pecho. Se quedaron dormidos por unas horas.

Jazmine se despertó con un bostezo y tenía a Anthony detrás de ella abrazándola. Sentía que alguien golpeaba la puerta y luego de que Jazmine dijera que entrara,  Frank se metió al cuarto. Anthony estaba desnudo con su miembro todavía erecto y Frank se sonrojo bastante al verlos en esa posición. Comenzó a hablar:
-Em… Bonnie dice que iremos a comer en el claro.
Anthony se sentó en la cama besando a Jazmine y se acariciaron un rato desperezándose sin importarles la presencia de Frank. Frank salió del cuarto un tanto enojado y Anthony se vistió, Jazmine se puso una camisa de Anthony y unos bóxers negros un tanto ajustados.  
Salieron juntos fuera hasta llegar al claro donde Bonnie, Frank y Emerick se encontraban sentados comiendo.
Anthony se sentó y Jazmine lo hizo en sus piernas, comenzaron a comer y todo fue normal.
-Deberías darle a tus amigos uno de esos cerditos Anthony-comentó Emerick sonriendo.
-Sería una buena idea-comento Anthony.
-Bueno, creo que es un buen momento para que te cuente lo de tu padre…
-Si… -Anthony abrazo fuerte a Jazmine y se quedo en silencio.
-¿Recuerdas los relatos que de tu padre? ¿Has leído sus libros verdad?
-He leído todos sus libros y recuerdo cada uno de sus relatos… Esa capacidad de crear un nuevo mundo… Era un hombre increíble-abrazo más fuerte a su novia apoyándose en el hombro de la chica.
-Esas descripciones no solo salían de su cabeza, él pertenecía a un nuevo mundo Anthony… Hay distintos mundos afuera, así como aquí suele haber Pokémons aunque no sea común, en otros mundos está repleto, y en otros ni si quiera existen. Él pertenece a un mundo, está ligado al mundo de Jazmine, pero eso es algo que ella deberá contarte más adelante. Hubo una vez, donde un joven lobo apareció prometiéndole a tu padre, un nuevo mundo, un tercer nuevo mundo al cual podría pertenecer y escribir lo que quisiera sobre él, tu padre encantado se dejo engañar por un lobo que solo daría el mal, a cambio le pidió suciamente, que investigara e hiciera experimentos, todo para que el lobo supiera cómo funcionaba y como existía cada parte del segundo mundo. Cuando tu padre sufrió el accidente de su mano, él intento revelarse del lobo, y este le quito su mano dándole una maldita mano quemada, dejo de ser el mismo para siempre, hasta que su triste ilusión de poder ser un mejor escritor se volvió una desgracia, que como dices tú terminaría en su muerte.
Anthony se levanto dejando a un lado a Jazmine y camino lentamente hacia la nada, ella lo siguió manteniendo distancia, intentando no molestar hasta que más tarde Emerick fue donde él.
-Debes ayudar al mundo de Jazmine…
Luego de esas palabras la chica lo abrazo fuerte y lo acaricio un poco.
-Tenemos que ir a ver a alguien primero ¿sí?
Anthony le dijo que si con un gesto de cabeza a su novia y se levanto sacando a su Pidgeot de la Pokeball. Jazmine sacó a su Skarmory y se puso en el lomo de este.
-Jazz, amor, creo que no es buena idea que salgas vestida así…
-Pues creo que tienes razón.-Jazmine soltó una risa tímida y nerviosa se metió a la casa y salió vestida con una camisa negra y unos pantalones blancos.
-Te vez bonita Jazz.
-Gracias Anthony, me gusta que me digas así-se sonrojo y le dio un pequeño beso subiéndose a su ave de metal y volaron lentamente por el cielo.
-¿Jazz quien eres en realidad?
-Anthony hay cosas que deben contarse en su momento… y este no es el momento preciso. Ya lo sabrás, pero tomate tu tiempo. Lo importante es que debes saber que soy una buena persona. Yo te acompañare siempre, te ayudare y  te entenderé pase lo que pase, tu solo debes confiar en mí, y debes ayudarme a que todo vuelva a ser como antes.
Anthony sonrió, aproximando su Pokémon al de Jazmine, y la beso en el aire, volaron bastante y siguieron con una conversación que no es importante de explicar.
A lo lejos se lograba ver una ciudad, Anthony no la conocía, pero al parecer no tenía nada raro, y Jazmine hablo.
-Esa es una ciudad común, no hay nada que se destaque, solo es un punto de encuentra ya que su parque es muy agradable-le sonrió y miro a lo lejos-debemos ir caminando ya que no deben saber la dirección correcta de donde venimos, bordearemos por el bosque que lo rodea y entraremos directo al parque, ¿te parece bien o tienes una mejor idea?
-Me parece bien, ¿más adelante podríamos ir en los Pokémon? Ya sabes, no tengo muchas ganas de caminar-rió al igual que Jazmine.
-Claro, ¿por qué no?-le sonrió y bajaron lentamente con los Pokémon hacia el suelo.
Caminaron un rato hasta que Jazmine lo puso contra un árbol y comenzó a besarlo mientras él acariciaba su cintura él la abrazaba por su cuello. Siguieron acariciándose hasta que una presión extraña les hizo continuar para salir de allí. Anthony saco a su Arcanine y subió a Jazmine delante y el subió detrás de abrazando a Jazmine por su cintura. El bosque al igual que la ciudad era muy grande, estuvieron alrededor de dos horas bordeando el lugar.
Entraron a un parque, había mucha gente, hacía mucho tiempo que Anthony había olvidado a los humanos, no le gustaba estar allí, pero Jazmine estaba ahí y si debía estar por ella, aunque no quisiera, estaría.
Jazmine tomo de la mano a Anthony y comenzó a caminar por el parque buscando a alguien. Al parecer no encontró a quien quería y caminaron hacia una fuente, sentándose a disfrutar del cálido sol del verano. Anthony abrazó a Jazmine y esta se apoyo en su pecho cerrando sus ojos con una sonrisa.
A lo lejos se veía mucha gente, pero Jazmine fijo la mirada con otra sonrisa hacia dos chicas, vestidas de una forma que por así decirlo era a la “moda”. Una tenía el cabello color rubio con lo que eran unos rulos u ondas no tan definidas, y ojos azules, no era muy alta y tenía la piel tan pálida como la de Jazmine; la otra era más alta y más delgada que la anterior, con el pelo largo color negro azabache sin ninguna onda hasta su cadera y los ojos de un brillante color verde.
-¡Jazz!-gritaron las chicas saludando con sus manos y Jazmine se levanto tomando de la mano a Anthony y llevándolo con las dos chicas.
-Anthony, ellas son mis amigas, ella es Peggy-señalo a la chica de pelo negro- y ella es Alisson-señalo a la chica de pelo color miel.
Jazmine abrazo a sus amigas con un gesto amigable y luego se apego a Anthony.
-Peggy, Alisson, el es Anthony. Es alguien que quiero mucho, es mi novio-se sonrojo y lo abrazo mas fuerte-él me ha ayudado como yo lo he ayudado a él. Y… bueno es una larga historia-se sonrojo y se apego al pecho de Anthony.
-Pues hola Anthony-saludo Peggy con una sonrisa amistosa.
-Hola-saludo Alisson sacudiendo fuerte su mano falsamente.
Caminaron todos hacia unos bancos que había bajo un gran roble y se sentaron, Jazmine en las piernas de Anthony y sus dos amigas en un lado. Hablaron por un rato mientras Anthony pensaba cosas que nada tenían que ver con la situación mientras abrazaba a Jazmine. 
El sol se ocultaba la novia de Anthony volvió a hablar:
-¿Quieren que volvamos? ¿O llamamos a los demás para pasar la noche aquí?
-Preferiría que pasemos la noche aquí Jazz-dijo Peggy levantándose y estirándose.
-Creo que será mejor avisarle a los hermanos Rojo…-Jazmine tomo una piedra del suelo haciendo aparecer a un pequeño Natu-vamos, ve a casa solo como tú sabes y dile a Bonnie que deben venir aquí.
El Natu voló alto y luego desapareció en lo que parecía un agujero negro con tonadas violetas.
Jazmine se levanto y se estiro besando a Anthony que se sorprendió y la tomo de su mejilla siguiendo el beso. Peggy y Alisson se levantaron caminando lentamente hacia la calle que quedaba lejos de la parte del parque en donde se encontraban.                             Jazmine se sentó en las piernas de Anthony abrazándolo por su cuello y siguió besándolo mientras él se sonrojaba. Jazmine termino el beso mirándolo con una sonrisa y acaricio su mejilla levantándose y tomándolo de la mano para caminar hacia la calle también.
Caminaron por las calles de la ciudad, el lugar estaba iluminado, todo parecía bastante animado como si fuera fin de semana, caminaron y los chicos de la calle se quedaban viendo a las tres chicas, daban una sensación agradable en el espacio. Anthony sintió un poco de celos, pero abrazo fuerte a Jazmine de su cintura y siguió caminando, feliz de que sea él quien caminaba abrazado y no el que solo la veía sin saber quién era.
Llegaron a una calle que parecía de un barrio antiguo, estaba iluminada por faroles que le daban nuevamente un aire a viejo. Al final de la calle se alzaba un gran edificio con un gran jardín muy bien cuidado, el edificio tenía ladrillos a la vista y grandes ventanales con cortinas de terciopelo. Las enredaderas trepaban por la pared y hacia las tejas azules en el techo, pero no se alzaban tan altos como aquella magnifica torre, con una cúpula de cristal, con un vitral redondo de extraños dibujos y con un aire majestuoso difícil de explicar. Allí se dirigían.
Jazmine tomo una piedra que había enfrente de las rejas del lugar y la apretó en su mano volviéndola una llave de color negro y abrió las rejas, pasaron al lugar y Anthony estaba maravillado de aquel lugar, le recordaba a uno de esos relatos que su padre le conto a los seis años, en el relato el lugar era una gran biblioteca. Las dos amigas de Jazmine caminaban enfrente de la pareja, por un camino de piedra. Llegaron a la puerta y las chicas se apartaron, dejando que Jazmine se pusiera frente a la puerta, presiono la llave de nuevo haciendo que esta se volviera de plata. Coloco la llave en la puerta y abrió, dejando ver una gran biblioteca antigua. Entraron y recorrieron los pasillos hasta el final de esa gran sala, había una gran escalera con una alfombra roja en el medio, comenzaron a subir mientras hablaban, Anthony se integraba bien, y fue una conversación larga desde que entraron a la biblioteca.
Ya en el segundo piso se encontraron con muchas habitaciones que también daban aires antiguos, las camas eran grandes y de colchones de plumas, con un dosel de finos dibujos tallados en la madera,  lámparas antiguas, escritorios, espejos y cortinas, cada cosa hecha en madera estaba cuidadosamente tallada con detalles que hacían juego entre sí, cada cuarto con distintos estilos.
Todos eligieron una habitación distinta.  Anthony y Jazmine eligieron un cuarto con detalles en color azul viejo. Peggy eligió un cuarto en colores grises y negros y Alisson eligió un cuarto en color rosa viejo.
Más tarde llegaron los hermanos Rojo. Bonnie tomo un cuarto en color blanco y Frank uno en color rojo.
Estuvieron hablando y contándole a Anthony lo que irían mañana. Estaban sentados en los sofás de una habitación que daba aire de un living, poco a poco todos se fueron a dormir hasta que solo quedaron Anthony Jazmine y Frank. La pareja, al darse cuenta de que Frank no los dejaría solo se levantaron y comenzaron a recorrer otras habitaciones, había un hermoso baño y luego entraron a lo que parecía un laboratorio, Jazmine se sentó en una silla jugando con su pelo, enrollándolo en su dedo mientras veía a Anthony recorrer el lugar.
Había una biblioteca personal, con libros de criaturas mágicas, había diferentes cristales, en las paredes había recortes de diarios junto con dibujos, había frascos con lo que parecían fetos de animales extraños dentro, más libros, plumas, anotaciones rápidas, cajas de distintos tamaños y formas. Era un lugar que a Anthony le maravillo, era como cualquiera de esos lugares de estudio de antiguos investigadores que su padre siempre añadía a sus relatos.
Anthony le sonrió a Jazmine y fue donde ella besándola y acariciando su cintura. Se levantaron y fueron al baño, todos se habían bañado ya durante la conversación, menos ellos. Se bañaron jugando entre sí, luego de una hora en el baño, limpiaron todo y revisaron que en el pasillo no hubiera nada, cuando estuvieron seguros de que todo estaba despejado y salieron corriendo por el pasillo desnudos entre risas, hasta que llegaron al cuarto y Jazmine se tiro en la cama boca abajo, Anthony se puso sobre ella besando su cuello hasta quedarse dormidos y abrazados.